Hiperactividad en los niños
Si a tu hijo a veces lo describen como un torbellino, otras hablan de él como un niño inquieto y los más severos los catalogan como desobediente, tal vez es momento que sepas un poco más sobre la hiperactividad, sus síntomas y posibles tratamientos.
Para conocer más sobre este tema conversamos con la Psicopedagoga encargada del equipo PIE del Colegio Universitario Inglés de Providencia, Mariví Garay.
¿Qué es la hiperactividad?
El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual que se presenta en personas con diversos síntomas, tales como: distraerse fácilmente, mantener períodos breves de atención a un estímulo, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas (actuar sin medir consecuencias).
Garay asegura que la hiperactividad por lo general es diagnosticada tempranamente en la etapa escolar o preescolar, dependiendo del caso, ya que es en este contexto donde se evidencian mayormente las conductas antes descritas.
Si bien hay ciertos síntomas característicos de este trastorno, un niño con hiperactividad debe ser diagnosticado por un neurólogo o psiquiatra, ya que son ellos quienes pueden recetar los medicamentos para su manejo (metilfenidato).
De acuerdo a su experiencia, es común que los padres se muestren reticentes a medicar a sus hijos. Sin embargo, cuando el fármaco es administrado en la dosis correcta, suele tener muy buenos resultados, lo que a su vez se traduce en que los niños comienzan a sentirse más competentes en lo escolar y social, observándose cambios muy positivos.
Como recomendación Garay nos comenta que el colegio es por lo general quien realiza las derivaciones para validar la hipótesis de TDAH. “Es importante acoger está solicitud, ya que siempre se hace en función de que el estudiante potencie sus habilidades y pueda desplegar todas sus aptitudes hacia el aprendizaje” asegura.
Con respecto a los medicamentos agrega que no son malos de por sí, lo importante según su opinión es evaluar cuál es la dosis y la marca específica apropiada para cada niño. Es por eso que se comienza evaluando la respuesta que el paciente evidencia y en función de eso se hacen las modificaciones necesarias.