El embarazo, sus etapas y cuidados es un tema maravilloso para muchas mujeres, pero está lleno de interrogantes y generalmente produce mucha ansiedad por el exceso de información.

 La salud bucal –tanto de la madre como del hijo– tal vez no es uno de los temas más tocados, pero es importante tenerlo en cuenta.

 Para la odontóloga Susana Jodorkovsky, en los cuidados bucodentales también hay varios mitos y el primero que hay que desmentir es aquel relacionado a la pérdida de piezas dentales. Si bien durante el periodo de gestación hay alteraciones que pueden afectar la salud oral, que se caigan los dientes por esta causa es falso, asegura la especialista.

 De acuerdo a la experta, lo que sí aumenta durante el embarazo son problemas bucales relacionados a las encías, más conocidos como “gingivitis”. Esto se debe principalmente a que las hormonas generan un ambiente que favorece el aumento de bacterias que afectan las encías y tejido que rodea el diente. Por ende, las encías aparecen enrojecidas, edematosas, sensibles y sangran con facilidad.

La recomendación durante este período es reforzar hábitos saludables para mantener una buena higiene bucal: cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y el uso diario de hilo dental.

¿Cuáles son los cuidados dentales que deben tener una madre y su hijo recién nacido?

Para la madre se recomienda seguir con los cuidados de higiene ya mencionados y se hace más imperativo que acuda a los controles.

En esta etapa –a partir de los seis meses aproximadamente–  la superficie de las encías empieza a erupcionar porque empiezan a salir los primeros dientes. La recomendación es limpiar las encías con una gasa y es fundamental evitar que los niños se queden dormidos con una mamadera con leche o cualquier líquido azucarado. Esto puede causar el “síndrome del biberón”, una enfermedad que destruye los dientes temporales, causando alteraciones no sólo estéticas, sino también funcionales, de fonación y habla.

 ¿Cuál es la forma correcta de cepillar los dientes a un niño?

 En menores de seis años, lo ideal es que la limpieza la haga un adulto porque los niños no tienen la motricidad para realizar un buen cepillado.

 La posición ideal es acunar la cabeza del menor retirando la mejilla con el dedo índice y con las arcadas del niño cerradas; de esa manera se podrá cubrir la superficie inferior y superior de los dientes de toda la boca.

Para limpiar por dentro, el menor debe abrir ligeramente la boca para que el cepillo pueda llegar a las superficies internas.