Lykke: ¿cómo educar a niños más felices?
Porque el rendimiento académico en Dinamarca es tan importante como el bienestar general de sus alumnos, aquí te contamos un poco más del Lykke y cómo puedes lograrlo junto a tu familia, educando a tus hijos en la felicidad.
Qué es la felicidad y cómo podemos medirla son preguntas que pocos podemos responder, pero si hay algo que todas las personas tenemos en común es que queremos ser felices y que nuestras familias lo sean.
Pero si vivimos en un mundo donde es más fácil reconocer el conflicto que lo que está bien, cómo podemos educar a niños más felices.
En Dinamarca hay un instituto creado especialmente para investigar este tema y su director, Meik Wiking, asegura que ser una persona feliz (Lykke en danés) es mucho más fácil de lo que todos pensamos. Fundamental es el tipo de educación y él destaca que el sistema de su país da prioridad a la enseñanza del trabajo en equipo, las habilidades sociales y el valor de la cooperación.
Entonces, si Dinamarca ha sido considerado por años como uno de los países más felices del mundo, ¿por qué no intentarlo?. Aquí te contamos cinco maneras de promover la empatía en los niños según Wiking:
- Caminar e imaginar: cuando salgas de paseos con tus hijos, busca entre la gente y escoge a alguien en particular. Una vez que hayas identificado a la persona muestraselo a ellos y pídeles que imaginen su vida según su aspecto.
- Dibujar: En una hoja de papel dibujen una cara que exprese alegría, otra que represente enojo, otra que hable de tristeza y elijan alguna otra emoción; luego deben dibujar lo que imaginan que hace que la persona se sienta así.
- Jugar: “Sentimiento de la Semana”. Elige un sentimiento, dibújalo o escríbelo en un post-it y pégalo en la puerta del refrigerador. Durante toda la semana pídele a tus hijos que señalen un sentimiento en particular que hayan detectado en sí mismos o en otros.
- Gestos: Pídele a tu hijo que ponga los brazos detrás de la espalda y empieza a hablar. Después con los brazos debe hacer gestos que expresen lo que acaba de decir. (También se puede hacer con dos personas: uno habla y el otro hace gestos).
- Mudo: Pon una de las películas favoritas de tus hijos sin sonido. Comenten expresiones faciales que ven, qué significan y por qué los personajes se sienten así.