Hoy en día la esperanza de vida es mayor por lo que los niños tienen el privilegio de disfrutar de sus abuelos durante más tiempo, además, estos gozan de una mejor salud y mayor vitalidad que generaciones anteriores lo que permite crear bonitos recuerdos que durarán para toda la vida. No es casualidad que sea catalogado como el segundo vínculo emocional más importante para los niños luego de los padres.

Y es que el papel de los abuelos va más allá de hacerse cargo de los niños cuando los padres no pueden. Los abuelos transmiten valores, enseñan, entregan experiencias, amor y a menudo son más blandos y permisivos ante las peticiones de los nietos, lo que hace que muchas veces estos deseen pasar más tiempo en compañía de sus abuelos que de sus padres. Suelen tener un rol bien definido, en el caso de los abuelos, son por excelencia quienes relatan la historia de la familia, los antepasados, las tradiciones, anécdotas de los padres cuando niños. Mientras que las abuelas colaboran en la crianza, son un soporte para las madres, entregan seguridad, consejos, confianza y son insuperables en la cocina.

Existen diversos estudios que indican que la presencia de los abuelos es fundamental y tiene un impacto significativamente mayor para la felicidad de los nietos. De acuerdo con los científicos, por lo general, la abuela materna genera una conexión especial ya que existe un componente genético. Así lo demuestra un estudio realizado por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de Estados Unidos junto al ensayista chileno Alejandro Jodorowsky, que demuestra que de los 4 abuelos de un niño es la abuela materna quien aporta más carga genética a sus nietos. Quizá el parecido no tiene que ser físico, pero definitivamente a nivel genético ha dejado huella. En ocasiones, es totalmente perceptible, tal vez un lunar, sus ojos o la manera de caminar, o más internas como las características de los huesos, músculos.

Pero independiente de lo que diga la ciencia cada familia es un mundo y puede ser muy diferente en cada caso. Quizá para un niño el abuelo tenga más presencia y aprenda más cosas de él que de la abuela.

Y como en toda relación esta trae beneficios bidireccionales. Así como los abuelos aportan y enriquecen la vida de sus nietos, estos también influyen en ellos de manera significativa. Los ayudan a sentirse más jóvenes y vitales, a volver a experimentar la paternidad desde una perspectiva más amable y despreocupada, y hoy en día son por excelencia quienes los acercan e integran a la tecnología.

Por último, si los niños aún cuentan con la compañía de sus abuelos deja que se nutran de ese cariño sincero y desinteresado que sin duda traerá muchos beneficios para ambos y que sin duda perdurará para toda la vida.