La creatividad y la imaginación empiezan a tomar fuerza en esta etapa. Cerca de los tres años los niños ya tienen un lenguaje lo suficientemente desarrollado y en muchos casos empiezan a aparecer los “amigos imaginarios”, que según los especialista es absolutamente normal –salvo en algunas excepciones–.

Estos amigos imaginarios pueden ser animales, súper héroes, personas, seres mitológicos, entre otros.  Su existencia se debe principalmente al pensamiento mágico de los niños, donde la realidad y la fantasía suelen estar muy relacionadas. Es por esta razón que normalmente dejan de existir alrededor de los siete u ocho años, cuando el pensamiento pasa a ser más lógico y racional.

Para algunos expertos estos amigos sirven de canal para que los menores liberen sus emociones (positivas y negativas), muchas veces proyectan en ellos sus miedos o conflictos y también sirven para que el niño ensaye conductas de interacción social.

Si bien los amigos imaginarios son considerados como algo normal que les sucede a muchos niños, es importante que los padres estén atentos a ciertas señales que pueden indicar algún problema:

• si el niño prefiere estar con el “amigo” en vez de con niños reales
• observar el tipo de conversaciones que tu hijo mantiene con su amigo imaginario (que no sean agresivas o violentas)
• si tu hijo lo usa para evadir ciertas responsabilidades