Los niños y sus miedos

Los miedos son un sentimiento que todas las personas hemos experimentado en algún momento. Se pueden definir como cierta desconfianza que hace que creamos que va a ocurrir un hecho distinto a lo que se deseamos o también como una sensación de angustia por la presencia de un peligro real o imaginario.

 

Aunque nos gustaría que no fuera así, los niños también se enfrentan desde pequeños a ciertas preocupaciones y al miedo; y muchas veces estos sentimientos son parte de su etapa del crecimiento, por eso podemos decir que en ciertos casos esto es absolutamente normal.

 

Miedo a lo desconocido cuando son pequeños, a la separación en sus primeros años y a la oscuridad son muy comunes en casi todos los bebés y niños.

 

¿A qué le tiene miedo tu bebé?

 

En los primeros meses los bebés pueden desarrollar algún grado de temor frente a los rostros nuevos, los cambios bruscos de su entorno, a la pérdida de apoyo (apego), etc.

 

Cuando empiezan a caminar algunos niños le tienen miedo a las caídas, mientras otros temen ser absorbidos por el wc o el desagüe de la tina.

 

De los dos a los cuatro años los miedos más comunes son a la oscuridad, a dormir solos, a los truenos o relámpagos y  a las sombras, entre otros.

 

A partir de los cuatro años en gran medida los asusta lo desconocido o irreal: los monstruos, lo que pueda “aparecer” debajo de la cama o dentro del clóset, etc. Es muy frecuente también que los niños tengan pesadillas nocturnas en esta etapa.

 

Alrededor de los ocho años empiezan a aparecer algunas preocupaciones más de tipo “social” como el miedo a ser rechazado por los amigos, a fracasar en el colegio, decepcionar a los padres o temor a la gente mala; mientras que cerca de la preadolescencia tienen mayor relación con el cuidado y el bienestar personal: miedo a la seguridad personal, a enfrentarse a un grupo de personas (presentaciones escolares, colegio nuevo, etc.), a cómo nos perciben los otros, al futuro, etc.

 

Como puedes ver los miedos son parte de nuestra vida y lo importante es que los niños se sientan comprendidos frente a ellos. Para apoyarlos la recomendación es escucharlos, tratar de hacerles ver que todos tenemos miedos y preocupaciones, pero que con apoyo y ganas éstos se pueden superar:

 

  • Sé comprensivo y no ignores sus miedos porque de lo contrario el niño además se sentirá incomprendido.
  • Escúchalo para tratar de identificar qué es lo que le produce temor, así también los niños aprenderán a poner en palabras sus emociones.
  • De forma relajada alentarlos a enfrentar gradualmente sus miedos. También lo puedes hacer con un poco de ayuda como encender una luz en caso de que sea miedo a la oscuridad, pasarle un muñeco en el caso de que sea miedo a estar solo, etc.